Análisis del contenido
Habitar, es muy fácil contestar a la pregunta ¿Qué es habitar? Muchos responderían que es estar dentro de algo, pero no; habitar es interactuar con el entorno respondiendo a los diferentes estímulos que el mundo nos produce. Los instintos de los animales hacen que no respondan a estos estímulos de manera razonada, sino mediante sus necesidades. La razón nos permite transformar el mundo sin seguir ninguna pauta genética, crear nuevas cosas a partir de lo que ya tenemos, actuando con ello.
Ahora debemos de concretar el significado de acción. Con el ejemplo del revisor y el billete del tren, podemos decir que una acción es todo acto que hacemos de forma voluntaria, lo que podemos hacer o no hacer según nuestra voluntad. Cubrirme la cara cuando me van a dar un golpe, al ser un reflejo, no podemos controlarlo por lo que no es una acción.
Reflejo o no acción
Acción
Para saber si un acto es voluntario o no, utilizamos las decisiones, varias posibilidades de las cuales me decido por una de ellas, que puede ser realizar una acción o no realizarla. Decidirse no es lo mismo que hacer una acción, una vez decido que hacer, tengo que hacerlo. Querer o no querer hacer algo es a lo que llamamos libertad.
Pero conociendo todas las leyes de la naturaleza, puedo llegar a un momento en el que sea inevitable la acción que realizamos, por lo que no habría libertad. Pero nuestra ignorancia de lo que pasa a nuestro alrededor en cierto momento, hace que nos sorprendamos de lo que pasa en el momento de después.
En este principio solo se tiene en cuenta a la física, pero para poder saber lo que ocurrirá en cierto momento, tenemos que tener en cuenta también los sentimientos, la voluntad, la cultura, es decir, cada persona.
Las acciones pueden ser libres porque hay un sujeto que puede elegir, es decir, realizar intenciones. Que una acción sea libre no quiere decir que no tenga una causa anterior, sino que la única causa es el sujeto mismo.
Y ahora debemos explicar el significado de libertad, que pueden ser tres, con algunas similitudes, pero con unas notables diferencias.
1) La libertad de actuar de acuerdo con nuestros deseos y proyectos. Se refiere a cuando no tenemos ningún impedimento, ya sea físico o psicológico o legal para realizar acciones según nuestra voluntad.
2) La libertad de querer lo que quiera y no limitarme solamente a hacerlo. Por mucho que este atado, o con la discapacidad física que sea, puedo ser libre de querer hacer algo, por mucho que me impidan mis condiciones realizarlo.
3) La libertad de querer lo que no queremos y de no querer lo que queremos. Puedo no querer hacer una cosa, por miedo o por cualquier cosa pero a la vez me gustaría querer hacerlo y no ser así. No sólo tenemos intenciones sino que también quisiéramos tener intenciones que de hecho no queremos.
Arthur Schopenhauer negó el tercer significado de libertad, y afirmó la veracidad del segundo significado ya que nada ni nadie puede impedirme querer lo que quiera ni ser lo que soy.
Por otro lado, Jean-Paul Sastre apoyó la tercera acepción de libertad. Los humanos no somos algo programado, sino la disposición de elegir lo que queremos llegar a ser.
Además, para Sastre, las discapacidades físicas, psicológicas o culturales no impiden a nadie ser libre y elegir lo que quiere ser, tu siendo cojo, no eres libre de ser corredor pero si de ser músico.
Y es que necesitamos el término de libertad para poder decir si un suceso de una persona responsable es aplaudido o castigado.
Admitir tu libertad, supone admitir tu responsabilidad aunque las consecuencias de nuestros actos sean perjudiciales. Imaginemos que cierto acto nuestro hace que miles de personas salven su vida, todos aceptaríamos nuestra responsabilidad de este acto, por el contrario, en el caso de que ese acto acabe con la vida de alguna persona, nadie aceptaría su culpabilidad, es decir, su responsabilidad de ese acto.
Actualmente todo acto que nos culpa de alguna mala acción, se la reprochamos a la sociedad, a nuestros padres o a la cultura. Nuestra opinión nos puede ayudar a entender de una manera objetiva mejor nuestra acción, pero no de desentendernos de sus consecuencias.
Nosotros nunca estamos contentos con nosotros mismos, siempre hay algo que nos echamos en cara, de lo que nos arrepentimos.
Capítulo séptimo
En el capítulo anterior nos preguntamos si nuestra naturaleza humana es de ser libres y a la vez actuar inocentemente, así como cual es la diferencia entre lo necesariamente libre de nuestra condición natural de lo necesario de otro seres naturales.
En este capítulo se responden a preguntas de este tema, de la naturaleza. Conociendo la respuesta de estas preguntas podemos saber cómo actuar y emplear nuestra libertad de una forma correcta.
La palabra naturaleza tiene varios usos:
El primero en el que se dice que todas las cosas del universo tienen su propia naturaleza. La naturaleza de algo no es más que su forma de ser, de lo que llegará a ser y su capacidad de actuar con el resto de seres. Y puede saltar el debate de que los coches, aviones y casas por ejemplo, no son naturales, pero al fin y al cabo, todos los productos que lo forman son naturales.
El segundo de los significados es que todo lo natural es aquello que aparece en el mundo sin la intervención de las personas, es decir que aparece de forma natural. Aristóteles lo afirma también diciendo que lo natural es lo que tiene su principio y su fin en sí mismos, es decir, lo que es lo que es y como es.
Pero lo conocido como artificial o “no natural” también puede encontrarse a veces de forma natural, como la urea. ¿Entonces como lo denominaríamos? Todo lo que nos rodea se ha sometido a la intervención de los humanos, ya sea por haber interactuado con él o por no haberlo hecho pudiendo hacerlo.
Si lo aplicamos al hombre, lo natural es lo que no se elige sino lo que se tiene por obligación; diferente de lo cultural, que es lo que aprendemos, lo que elegimos hacer. Lo natural sería el sexo, color de la piel, de ojos, el hecho de envejecer, etc.
Todo lo natural está sometido a lo cultural y al revés. Comer es natural, pero las personas comemos según nuestras costumbres.
El hombre es como una cebolla en el que las primeras capas son lo natural de los hombres y le siguen las capas de la cultura (familia, educación y sociedad). Por mucha cultura que tengas, en ocasiones actuamos según nuestros instintos. A pesar de esto, lo menos natural es encontrar a algo natural por completo, es decir, algo que no tenga ningún rastro de cultura.
En ambos capítulos el autor saca la frase de “no nos dejes caer en la tentación, relacionada con ambos temas. Hace referencia a que no nos deje ser como naturalmente somos, es decir, que no nos guiemos por nuestros instintos, sino por la razón, que no seamos como naturalmente somos.
Para Rosseau, Naturaleza es simplemente un ideal para poder valorar la sociedad en la que vivimos hoy en día, lo natural se va perdiendo cada vez más cuanto más moderna se vuelve la sociedad.
En la naturaleza nunca encontraremos valores, es decir, el bien o el mal, lo que es bueno o lo que es malo; ya que según la persona o el sujeto, una cosa puede ser mala o buena. Un gato puede ser bueno para mi, porque me hace compañía, pero malo para otra persona que es alérgica a los gatos.
Para Spinoza, lo naturalmente bueno, es lo que permite a una cosa seguir siendo como es y lo malo para esa cosa es lo que le pone impedimento a seguir siendo como es.
Y hasta ahora hemos estado hablando de cultura y naturaleza por separado, pero no hay ninguna persona sin cultura, por lo que ¿no podría ser lo cultural el desarrollo más natural de lo que a las personas le convienen?
Es más, lo artificial puede ser algo mejor que lo natural, algo que nos ayude a evitar daños que provienen de la naturaleza. El frío, algo de lo más natural, nos es aliviado con la calefacción, algo artificial.
Algunos dirían que lo mejor para nosotros sería seguir a la naturaleza, no contaminar y hacernos servir de productos naturales, pero nadie sabe lo que la naturaleza nos manda y no sabemos si la naturaleza nos dice que tenemos que morir si cogemos una enfermedad o si por otro lado tenemos que curarnos y seguir viviendo.
Lo natural puede ir evolucionando hasta que se convierte en lo que nosotros llamamos sociedad y sus leyes “artificiales”, resultado de la evolución de nuestra especie.
Pero en la naturaleza, se vive la ley del más fuerte, algo natural para los animales. ¿No sería natural para las personas seguir esta misma ley? Para Calicles y sus discípulos sí, en cambio para los que están en contra de esta teoría, nuestros instintos de proteger a los más débiles o desfavorecidos por diversas circunstancias es lo que nos hace ser más naturales.
La naturaleza es neutra, no salva a nadie y todos terminamos destruidos. No siente más rencor a lo artificial que a lo natural, finalmente todo termina destruido por la mano de la naturaleza. Por eso valorar es una tarea formada por la cultura, ver lo que es mejor para nosotros, aunque para la naturaleza sea indiferente.
Hablando de valor, se pueden establecer tres tipos:
1- El valor intrínseco de la naturaleza, según la cual todo lo que existe es sagrado porque ha sido creado por un Dios sabio y bueno. Pero esta postura se contradice ya que lo natural es lo que este Dios creó, y no se pueden establecer valores de lo natural y sin embargo se eligen sitios mejores que otros para construir monasterios, etc. lugares sagrados que destacan sobre los demás creados de igual manera por el mismo Dios.
2- El valor utilitario, que es aquel que se le da a las cosas por que las necesitamos para nuestra vida, es decir todo lo que no seríamos capaces de reemplazar si desaparece. Por eso intentan desarrollar nuevas tecnologías con energías renovables, para poder sobrevivir, manteniendo lo que necesitamos.
3- El criterio estético, que se basa en la visión que nos dan las cosas, nuestra opinión respecto a la visión de ellas. Pero esas visiones de las cosas no siempre son compartidas por todas las personas la visión del mar es diferente para un pescador que para nosotros, ya que nosotros no nos enfrontamos a los temporales.
No se sabe si la técnica es buena o mala, gracias a la técnica tenemos avances médicos y tecnológicos que nos dan una vida mejor, pero también gracias a ella tenemos la capacidad de eliminar a miles de personas en poco tiempo, destruir grandes hectáreas de bosques, etc. Lo que sí que sabemos es que es que la técnica es un tren sin parada
Oswald Spengler, un pensador pesimista, afirma que cada invención contiene la posibilidad y necesidad de nuevas invenciones y que cada triunfo logrado de la naturaleza hace que deseemos alcanzar nuevas metas.
Otro pensador, Martín Heidegger, adoptó la visión de la “voluntad de poder”, y afirma que la única finalidad de todo los progresos es olvidar las preguntas esenciales de la vida, que por mucho que investiguemos, siempre estarán ahí.
Es normal oír que las máquinas son inhumanas, pero todo lo contrario, son humanas porque son creadas por humanos. Todo lo que creamos, ya sea máquinas o casas, son más humanos que nosotros mismos, puesto que nosotros dependemos de un patrón biológico y estos objetos provienen de nosotros, de nuestros logros y inventos
Y entre todas las técnicas, hay una que sobresale, la sociedad. De la que dependemos y necesitamos para fabricar cosas, lo que formamos viviendo acuerdo a unas reglas o a veces en desacuerdo.
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